El viernes 14 de junio, el día se despertaba con multitud de ofertas musicales para elegir, y todas ellas de muy alta calidad. Pero esa tarde yo me decante por la novedad, y hasta la sala Shoko, de Madrid, me acerque para llenar mis oídos de sonidos a rock de los setenta con la presentación del primer disco de CARESS, una nueva banda formada por grandes músicos con gran experiencia dentro del rock español, que desataron una tormenta de ritmos que fusionan muy diferentes estilos, como el el rock, el blues y el soul.

La gente que hasta allí se acerco estaba expectante y con muchas ganas de pasarlo bien. Si bien es cierto que justo ese día tocaba Bruce Sringsteen en el Metropolitano, hay que reconocer que la sala Shoko presentaba un buen ambiente. Es cierto que al principio de la fiesta, se notaba cierta frialdad, pero a medida que fue pasando el tiempo de concierto, la gente se fue animando, con los primeros compases, abandonaron los sillones que rodea a lo largo de la sala, para correr hasta las primeras filas para vivir la música intensamente, y así, hasta la ultima nota de la noche. Solo una pega, echo en falta, en este tipo de eventos, más presencia de público joven. Pero aunque eramos pocos esa noche, fuimos los suficientes como para lanzar nuestro grito, y animar a otros.

Pero antes disfrutaríamos del talento de la banda telonera, que estuvo a cargo de TANIA RUZ’S GANG, que nos llevo de viaje musical por la historia del blues, jazz y del rock, bajo la gran voz de Tania Ruz, a través de clásicas canciones. Ademas que Tania Ruz se hizo acompañar por grandes músicos dentro del panorama musical español, una actuación que salio redonda, una autentica Big Band.

Temas como This is a Man world de James Brown, Heard through the Grapevine de la Creedence Clearwater Revival, y Aint’n got no de Nina Simone, que trasporto al público a vivir fragmentos de la película Hair de Milos Forman. Sin duda, un gran preludio para la fiesta que vendría después.

Unos minutos para los correspondientes cambios, y CARESS subió al escenario con fuerza con el tema Retrofuture, la canción que eligieron para abrir el set list, y presentar su álbum debut KING KONG CARESS. Una canción que gracias a el bajo de Ricardo Tirado, los teclados de Pável Mora, la batería de Oscar Pérez y la guitarra de Luis Calzada, aportan ese toque rockero que fusiona a la perfección con el funk que le da la voz de un carismático Emi “Taxi Soul” de la Rosa. Todos ellos junto a un trío de fantásticas voces, Cristina, Rocio y Juan Miguel, al coro.

Prácticamente, desde el principio, no bajaríamos de revoluciones, y una detrás de otra fueron sonando las canciones del disco. El siguiente tema fue King Kong Caress, que sonó potente, aún recuerdo a la guitarra de Luis Calzada lanzando riffs con fuerza que resonaron por toda la sala, con sonidos muy  a lo Black Sabbath que fusionaron perfectamente con un parte rap a lo Rage Against the Machine. Claro esta, bajo mi opinión.

Pero no quisiera detenerme en una sola canción, pues todas sonaron con igual intensidad, y el público disfruto encantado. En los temas como Diying a little, Big Boss Line y Cats, la gente hasta aprovecho para echarse bailar cada una de ellas. Con Liberty Blues disfrutamos todos de una canción de ese blues de bar americano, no corrió el bourbon físicamente, pero muchos nos emborrachamos con su sonido. Si en el Metropolitano, estaría actuando Bruce Springsteen, en la sala Shoko disfrutaríamos con una particular versión de The way you make me feel, que junto a los calcetines brillantes y los pasos de baile del cantante de CARESS, a muchos no hizo recordar la imagen de Michael Jackson sobre el escenario.

Pero se acercaba el final del concierto, y después de los agradecimientos, cuando el público pensó que todo había terminado, la banda volvió al escenario para regalarnos dos ultimas canciones. Sharp Eyed Girl y Broken Arm fueron la encargadas de cerrar la noche entre los aplausos, y sonrisas de felicidad en la cara la gente que esa noche decidió apostar por algo nuevo.

Al final las luces se encendieron, el público fue abandonando la sala Shoko lentamente, pareciera que muchos se resistían a marcharse, otros antes de salir se acercarían al puesto de merchand para llevarse el disco de la banda como recuerdo, y quizá para revivir de nuevo el concierto. Es cierto que la mayoría de los miembros de CARESS tienen otros proyectos musicales en paralelo, pero yo ya estoy deseando escuchar lo próximo que puedan traernos.

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